La Rioja es una comunidad autónoma de España situada en el norte de la península ibérica. Está definida en el artículo primero de su estatuto de autonomía como identidad histórica. Abarca parte del valle del Ebro en su zona septentrional y del sistema Ibérico en el sur. Geográficamente está dividida por siete ríos que descienden desde la montaña hacia el Ebro, el cual vertebra la región, es por ello que a La Rioja le dicen: "la de los siete valles". El área norte, la de valle, presenta un clima mediterráneo y la zona sur, la montañosa, uno más húmedo y continental.
A lo largo de la historia, La Rioja ha sido tierra de paso, de fronteras, cruce de caminos, campo de luchas, y encuentro de gentes, culturas y civilizaciones. Esta comunidad autónoma está históricamente vinculada a la Diócesis de Calahorra y al Reino de Nájera. La primera referencia documental a La Rioja como Rioga, está escrita en el fuero de Miranda de Ebro, en el año 1099. El Estatuto de Autonomía de La Rioja, denominado también Estatuto de San Millán, fue aprobado en 1982, dotando de esta manera a la región del correspondiente autogobierno.
Es muy conocida por su producción de vinos bajo la Denominación de Origen Calificada Rioja, la más antigua de España, elaborando algunos de los vinos de mayor fama internacional.
Hasta la llegada de los romanos en el siglo II a. C. estuvo ocupada por tres tribus: los berones, que se encontraban en el valle del Ebro y los vascones en algunas zonas de la Rioja Baja.
-Los berones fueron un pueblo prerromano en las edades del Bronce y del Hierro de la península ibérica.
-Los pelendones fueron un pueblo celtibérico que habitaba la región de las fuentes del Duero.
-Los vascones: Su territorio se extendía hacia el siglo I entre el curso alto del río Ebro y la vertiente peninsular de los Pirineos occidentales, una región que se corresponde en la época contemporánea con toda Navarra, parte de Guipúzcoa, áreas del oeste de la provincia de Zaragoza, y noreste y centro de La Rioja
La región fue invadida por musulmanes a principios del siglo VIII. Tras su reconquista, a comienzos del siglo X, la región pasó a formar parte del Reino de Navarra .
La Rioja Alta y Media fueron reconquistadas en 923 por el Rey Sancho Garcés I del Reino de Pamplona con la colaboración del Reino de León; al este del río Leza, la comarca de La Rioja Baja, sería reconquistada también por este rey pero volvería a pasar a manos musulmanas, siendo recuperada otra vez y ya de manera definitiva por el rey de Nájera-Pamplona García Sánchez III, "el de Nájera" (1035-1054). Todos estos territorios reconquistados pasaron a pertenecer al Reino de Pamplona. El rey Sancho Garcés I de Pamplona (también llamado Sancho Garcés I de Navarra en algunas fuentes), después de haber realizado las mencionadas conquistas, le entrega estas nuevas tierras anexionadas a su hijo García Sánchez I (918-970) para que le descargue de las tareas de gobierno y se prepare para ser un buen rey. Sitúa su casa y corte en Nájera (La Rioja) y recibe el título de "rey de Nájera". De esta manera nacería el Reino de Nájera.
Monasterio de San Millán de Suso La Rioja Alta y Media fueron reconquistadas en 923 por el Rey Sancho Garcés I del Reino de Pamplona con la colaboración del Reino de León; al este del río Leza, la comarca de La Rioja Baja, sería reconquistada también por este rey pero volvería a pasar a manos musulmanas, siendo recuperada otra vez y ya de manera definitiva por el rey de Nájera-Pamplona García Sánchez III, "el de Nájera" (1035-1054). Todos estos territorios reconquistados pasaron a pertenecer al Reino de Pamplona. El rey Sancho Garcés I de Pamplona (también llamado Sancho Garcés I de Navarra en algunas fuentes), después de haber realizado las mencionadas conquistas, le entrega estas nuevas tierras anexionadas a su hijo García Sánchez I (918-970) para que le descargue de las tareas de gobierno y se prepare para ser un buen rey. Sitúa su casa y corte en Nájera (La Rioja) y recibe el título de "rey de Nájera". De esta manera nacería el Reino de Nájera.
En 923 el rey de León Ordoño II, en alianza con el reino de Pamplona, conquista Nájera a los musulmanes. Unos años antes, en 918 Sancho Garcés I de Pamplona había nombrado a su hijo García Sánchez rey de Nájera después de conquistar, junto con los leoneses, buena parte de La Rioja.
En 1035 sube al trono del reino de Nájera-Pamplona García Sánchez III, conocido como García el de Nájera. Según la leyenda, en 1044 descubrió una imagen de la Virgen en una cueva, mientras estaba cazando; siguiendo a su halcón encuentra una pequeña capilla hecha en la cueva con la imagen de la Virgen, un ramo de azucenas (símbolo del monasterio) y una campana. La imagen recibe el nombre de Santa María en la Cueva y se decide construir un templo con un monasterio. El templo sería consagrado y acabado el 12 de diciembre de 1052.
El rey murió en la batalla de Atapuerca y fue sepultado a los pies de la Virgen, en la cueva. Su sucesor Sancho IV el noble, también conocido por el de Peñalén, culmina las obras.
Tras la muerte de Sancho Garcés IV de Navarra (También denominado Sancho Garcés IV de Pamplona) en 1076 se produjo la conquista por parte de Alfonso VI de León de la región riojana dando comienzo a una disputa militar que durará más de un siglo. En favor de Alfonso VI jugaron algunos nobles que lo llamaron para que tomase posesión de La Rioja y fuese reconocido como monarca del Reino de Nájera.16 Esta adquisición territorial durará poco tiempo, ya que tras la muerte de Alfonso VI la región volverá a dominio del Reino de Navarra. En 1134 Alfonso VII el emperador conquistó Nájera y toda La Rioja. En 1163, aprovechando la minoría de edad de Alfonso VIII de Castilla, el navarro Sancho VI el Sabio ocupa una parte del territorio riojano en un intento por recuperar las antiguas posesiones del reino, tomando Logroño y otras ciudades, aunque no Nájera o Calahorra. Estas adquisiciones territoriales empezaron a ser revertidas hacia 1173.
En el siglo XVIII tras la guerra de sucesión y la llegada de los Borbones a España, se realizó la división del territorio español al modo francés en 18 circunscripciones llamadas intendencias, buscando de esta manera mejorar la administración del estado. Hasta ese momento España era un país atomizado, dividido por antiguos señoríos y legislaciones locales entre otras figuras, sin una estructura que permitiera gobernar de manera eficiente. La Rioja quedaría asignada a las recién creadas intendencias de Burgos y Soria principalmente.
Desde La Rioja se empezaron a escuchar quejas como consecuencia de la mencionada organización territorial y voces que reivindicaban un marco administrativo de los que se habían creado en la época propio para la región. Estas demandas fueron especialmente provenientes de la Real Sociedad Económica de La Rioja, la cual era una de las sociedades de amigos del país fundadas en el siglo XVIII, de un grupo de representantes de los municipios riojanos llamado Junta General de La Rioja y de varios ilustrados riojanos, presentando estas reivindicaciones un marcado discurso identitario. Estas organizaciones demandaban según sus propias palabras la «reunificación territorial de La Rioja». Otras acciones como la misiva de 66 folios realizada por el ilustrado riojano Martín Fernández de Navarrete y titulada "Carta de un Riojano a un señor diputado en cortes" tendrían el mismo objetivo. En ella se alegaban criterios étnicos, económicos, históricos y geográficos en defensa del mencionado propósito.En 1809, durante la guerra de la independencia, los riojanos se organizaron en la Junta de Rioja, la cual era un territorio político prácticamente autónomo con sede en Soto en Cameros desde el que se hacía frente al invasor, consiguiendo así la unión del territorio. Fue disuelta en 1811 para volver a dividir la región. Esto acrecentó aún más las reivindicaciones riojanas y en 1812 se celebró la Convención de Santa Coloma en la que representantes de los municipios riojanos se reunieron para remitir a las cortes de Cádiz una nueva demanda provincialista riojana. Las reclamaciones serían satisfechas durante el Trienio Liberal en la división provincial de España de 1822, al dotar a La Rioja de una administración provincial propia, aunque bajo la denominación de provincia de Logroño, debido al acuerdo por el cual la mayoría de ellas debían adoptar los nombres de sus capitales, lo que supuso la supresión de su nombre histórico de La Rioja –que era el tradicional del territorio– y su sustitución por el de Logroño. En relación a esto, uno de los documentos de la época que da constancia del mencionado suceso dice así: «En la sesión de cortes celebrada este día se ha declarado a la Rioja por provincia independiente bajo la denominación de provincia de Logroño y por capital a esta ciudad». Sin embargo, la reacción absolutista de Fernando VII en 1823 provocó la eliminación de las disposiciones liberales, entre ellas la división provincial española, por lo cual La Rioja se quedaría nuevamente sin provincia. El 30 de noviembre de 1833 con la división de España en provincias de Javier de Burgos, basada en la división territorial realizada durante el Trienio Liberal, se obtiene de forma definitiva la unidad administrativa. España quedaría dividida en 49 provincias, institucionalizandose políticamente otra vez La Rioja como una de ellas, aunque nuevamente bajo la denominación de provincia de Logroño. Esto se debió a que si bien en 1826 – año en el cual se comenzó a plantear este nuevo proyecto de división administiva española– ya se pretendía recuperar el nombre histórico de La Rioja para la provincia, dicho término, junto con el de Asturias, fue suprimido en algún momento de la tramitación del mismo. Por ello Asturias y La Rioja adoptarían las denominaciones de sus capitales, conservándose únicamente los de las cuatro provincias forales, es decir, las vascas y Navarra. Fue el propio Javier de Burgos quien al parecer suprimió su nombre tradicional de La Rioja, sustituyéndolo por el de Logroño. De esta manera concluiría una reivindicación histórica que reclamaba la reunificación de La Rioja, que qyedó encuadrada en la región de Castilla la Vieja. Se instauraron 9 partidos judiciales. En el año 1980 recuperó su nombre de La Rioja, que tantas veces se había podido leer en la documentación desde la edad media, si bien el mismo nunca había llegado perderse, puesto que los habitantes de la provincia siguieron llamándose riojanos y diferenciando Logroño, su capital, de Rioja, el conjunto del territorio. Incluso los medios de comunicación e instituciones provinciales serían riojanos o de La Rioja y no logroñeses.
Se conformó en comunidad autónoma uniprovincial durante la transición a la democracia tras un rechazo de sus habitantes a ser integrada en otra región, fuera Castilla y León, el País Vasco o en un país Vasco-navarro, como algunos defendían y después de múltiples movilizaciones que reivindicaban su autonomía. El Estatuto de Autonomía se firmó el 9 de junio de 1982, después de un proceso electoral en el que 172 de los 174 municipios riojanos votaron a favor de la decisión autonomista. Pasando a celebrarse a partir de ese año en esa fecha el Día de La Rioja.
San Vicente de la Sonsierra
Nueva arquitectura del vino (Haro)
Hoy en La Rioja las bodegas que se precien tienen un enólogo de referencia… y un arquitecto de fama mundial. Visitar alguna de las más famosas bodegas de la DO es dar un paseo por lo más rompedor de la arquitectura de vanguardia. Desde las Bodegas Campo Viejo, en Logroño, premio Best of International 2003 de turismo del vino en arquitectura a las de Marqués de Tena, mismo premio en 2007, pasando por la nueva bodega de Ysios, en Laguardia, diseñada por Santiago Calatrava. Zaha Hadid hizo para López de Heredia (Haro) un acceso en forma de frasca o botella con el mismo glamour que una tienda de la Quinta Avenida de Manhattan. Y por supuesto, las bodegas de Marqués de Riscal, en Elciego, donde el arquitecto norteamericano Frank Gehry hizo tal uso del titanio que cuesta creer que dentro se cultiven caldos y no obras de arte, como en el Guggenheim.
Santo Domingo de la Calzada
Domingo fue un vecino de la aldea de Viloria que dedicó los noventa años de su vida a los peregrinos y el Camino de Santiago. Desbrozó caminos, construyó hospitales y ermitas, iglesias e incluso un puente sobre el río Oja. Su cuerpo fue enterrado en la ruta por la que dio su vida y sobre su sepulcro se levantó una catedral. La de Santo Domigo de la Calzada. El templo tiene aún la cabereca original románica, pero el resto es una orgía barroca, incluido su famoso y esbelto campanario, visible como un faro desde bien lejos por los peregrinos, que fue luego modelo para otros muchos en la ruta jacobea. En su interior se conserva una hornacina con dos gallinas vivas en recuerdo de su más popular milagro: el de la gallina que canto asada.
Ruta de los dinosaurios de Enciso
Hace 120 millones de años los dinosaurios campaban libres por La Rioja. Y muchos de ellos pisaron unas arcillas blandas cerca de Enciso (70 kilómetros al sur de Logroño) que quedaron luego fosilizadas para la eternidad. Unas 1.400 icnitas, huellas de dinosaurios, han sido catalogadas en torno a esta población riojana, una de las más importantes zonas paleontológicas del mundo. Aunque el Centro Paleontológico de Enciso -donde se muestran reproducciones de estos grandes saurios y se explica cómo pudieron llegar sus huellas hasta nuestros días- está ubicado en esta localidad, se han localizado 140 yacimientos repartidos por otros 20 municipios. Están organizados en tres grandes rutas. La más interesante es la ruta del Cidacos, que empieza en el mismo Enciso.
La Rioja Baja
Injustamente olvidada por la primacía del vino y de la nueva arquitectura de bodegas en “la alta”, la Rioja Baja tiene también grandes atractivos. Por ejemplo, espectaculares parajes naturales como la reserva natural de Los Sotos, en las márgenes del Ebro a su paso por Alfaro. O todo el cauce del río Alhama, quizá la comarca menos conocida de la comunidad autónoma, con otros dos balnearios y más huellas de dinosaurios. Pueblos cargados de historia, como Calahorra, ciudad bimilenaria, con un buen museo de arte romano, una catedral y un interesante casco antiguo. O de tradiciones singulares, como la fiesta del Humo de Peroblasco, un pueblo casi deshabitado cuyas chimeneas emiten cada último fin de semana de julio humo de los más variados colores mientras al atardecer suena la música de Vivaldi.
Villamediana de Iregua
Río Ebro a su paso por Logroño
Santo Domingo de la Calzada
Catedral de Calahorra
Cenotafio de San Millán (s. XII). Monasterio de San Millán de Suso. HaroTradicional guardaviñas riojano.
Escudo partido, timbrado con la corona real cerrada. En la parte derecha, sobre campo de oro, la Cruz roja de Santiago alzada sobre el monte Laturce, escenario de la Batalla de Clavijo, donde dice la tradición que se apareció el Apóstol a las huestes cristianas. A los flancos de la cruz, dos conchas de peregrino, esmaltadas en plata y silueteadas de gules, símbolo del camino de Santiago, vínculo de solidaridad y cultura. En la parte izquierda, sobre campo de gules, un castillo de oro de tres torres almenadas, elemento común (con una sola excepción) a todos los escudos de los partidos judiciales riojanos, cabalga sobre un puente mazonado de sable, bajo el cual discurre un río en plata, el Ebro, que fertiliza las tierras de la Comunidad. En la bordura lucen tres flores de lis, que junto con la corona real son privilegios concedidos por los monarcas, en reconocimiento de las nobles gestas protagonizadas por los riojanos.
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